10 errores críticos que están arruinando tu página web

Móvil en la arena de una playa ilustrando los errores críticos de una página web
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¿Sientes que has puesto un montón de tiempo y dinero en una página web que no te da alegrías? Ya sabes: no llegan las visitas que esperabas, no consigues clientes o, simplemente, no es la herramienta de ventas que habías soñado.

Si te sientes así, respira hondo. Le pasa a más personas de las que imaginas.

La buena noticia es que, a menudo, el problema no es un único fallo gigante, sino pequeños despistes que están frenando tu éxito online sin que te des cuenta. En este post vamos a revisar los 10 más comunes y, lo más importante, te daré trucos sencillos para que puedas solucionarlos desde hoy mismo.

¿List@ para convertir tu web en tu mejor comercial? ¡Vamos!

Error 1: Navegación Confusa y Mala Experiencia de Usuario (UX)

Seamos sinceros: la gente en internet tiene poquísima paciencia. Si alguien aterriza en tu web y no entiende de un vistazo dónde hacer clic o cómo encontrar lo que busca, se frustra y se va. Y no, no volverá.

A esto se le llama una mala experiencia de usuario (UX), y es veneno puro para tu negocio. Cada duda y cada clic perdido es una venta que se escapa y, lo que es peor, Google lo detecta y penaliza las webs confusas en sus resultados.

Usuario con un móvil valora con una estrella y una cara enfadada la satisfacción del cliente debido a una mala experiencia de usuario (UX) y una navegación confusa.

Vale, ¿cómo arreglo esto?

  • Simplifica tu menú principal, ¡pero ya! Olvídate de llenarlo de opciones. Déjalo en 5 o 6 apartados como máximo y usa nombres claros y directos que todo el mundo entienda a la primera (Servicios, Blog, Contacto…). No hagas pensar a tus visitas, pónselo fácil.
  • Haz que tus Llamadas a la Acción (CTA) trabajen para ti. Revisa tus botones ahora mismo. ¿Pasan desapercibidos? ¡Error! Usa colores que griten ‘¡haz clic aquí!’ y, sobre todo, utiliza textos que ordenen, no que sugieran. En lugar de un pasivo «Más Información», prueba con un potente «Descargar Guía Ahora» o «Quiero mi Presupuesto«.
  • Instala un buscador interno decente. Si tienes mucho contenido (un blog con decenas de artículos o una tienda online), un buscador no es un lujo, es una necesidad. Es como darles un mapa a tus visitas: evitarás que se frustren y se marchen por no encontrar lo que buscaban.

Error 2: Un Diseño que No es Adaptable a Móviles (No Responsive)

Piénsalo así: ahora mismo, más de la mitad de tus visitas te están viendo desde la palma de su mano, en su móvil.

Si para leer tu web tienen que hacer zoom hasta dejarse los ojos o si acertar en un botón es una misión imposible, tienes un problema muy gordo. Y no es solo que estés perdiendo a la mayoría de tus posibles clientes porque se frustran y se van; es que, además, Google te está penalizando activamente en sus resultados por no ponérselo fácil al usuario móvil.

Equipo de diseñadores UX/UI revisando los wireframes de una web para asegurar un diseño adaptable a móviles (responsive).

¿Qué hago para que se vea bien en el móvil?

  • Cambia el chip y piensa «Mobile-First». Esto no es una moda, es la nueva regla del juego. Tu web tiene que ser espectacular en una pantalla pequeña y luego adaptarse al ordenador, y no al revés. Asegúrate de que tu diseño o plantilla siga esta filosofía desde la base.
  • Pasa el examen de Google, ¡es gratis! No te fíes solo de lo que ves en tu pantalla. Utiliza la Prueba de Optimización para Móviles de Google. Es su herramienta oficial y gratuita, y te dirá sin rodeos si tu página aprueba el examen o si tienes problemas urgentes que solucionar.

Error 3: Velocidad de Carga Excesivamente Lenta

En el mundo online, cada segundo cuenta. Si tu página web tarda más de 3 segundos en mostrarse, una gran parte de tus visitas ya se han ido. Así de simple.

Esa impaciencia dispara tu «tasa de rebote» (gente que entra y se va sin hacer nada), lo que manda una señal de alarma directa a Google. Y por si fuera poco, Google está obsesionado con la velocidad: si tu web es lenta, te considera una mala experiencia de usuario y hunde tu posicionamiento SEO.

Velocímetro en la zona roja para simbolizar un tiempo de carga excesivo y una mala optimización de la velocidad de la web (WPO).

¿Cómo consigo que mi web vaya más rápida?

  • Pon tus imágenes a dieta, ¡y sin piedad! Las fotos pesadas son el enemigo número uno de la velocidad. Antes de subir cualquier imagen, pásala siempre por un compresor online (hay muchísimos gratuitos). Y si quieres ir un paso por delante, usa formatos modernos como WebP. La diferencia es brutal.
  • Haz limpieza de plugins. Cada plugin que instalas es una carga extra para tu web y un posible punto de fallo. Revisa los que tienes y pregúntate con frialdad: «¿De verdad lo necesito?». Quédate solo con los imprescindibles y, por supuesto, mantenlos siempre actualizados. Un plugin viejo no solo es lento, es un agujero de seguridad.
  • Invierte en un buen hosting (alojamiento web). Esto no es un gasto, es una inversión fundamental. Tu hosting es el motor de tu web. Puedes optimizarlo todo, pero si la base es de mala calidad, tu página nunca irá realmente rápida. Es la base sobre la que se construye todo lo demás.

Error 4: Ignorar por Completo el SEO (Optimización para Buscadores)

Tu web puede ser una obra de arte, con un diseño increíble y los mejores productos del mercado. Pero seamos claros: si no está optimizada para que Google la entienda y la recomiende, es como tener la tienda más espectacular del mundo… en mitad del desierto.

Sin puerta, sin carteles y sin nadie que sepa que existe. A efectos prácticos, tu web es invisible.

Pantalla de ordenador en una oficina mostrando un diagrama sobre la optimización para buscadores (SEO) y sus diferentes componentes técnicos y de contenido.

Y entonces, ¿por dónde empiezo con el SEO? El SEO es un mundo enorme, pero no te agobies. Para empezar con buen pie y ver resultados, céntrate en estos tres pilares:

  • Investiga tus Palabras Clave. Este es el cimiento de todo. Tienes que pensar como tu cliente: ¿qué palabras exactas escribe en la barra de Google cuando busca lo que tú ofreces? Una vez que tengas esa lista, úsala de forma natural en tus títulos, textos y descripciones.
  • Optimiza Títulos y Metadescripciones. Cada página de tu web necesita un título (H1) claro y directo, y una metadescripción que sea como un anuncio en miniatura. El único trabajo de estos textos es conseguir que la gente, al ver la lista de resultados en Google, sienta la necesidad de hacer clic en tu enlace y no en el de la competencia.
  • Crea Contenido que de verdad ayude. La famosa frase «el contenido es el rey» significa una cosa: responde a las dudas reales de tus clientes. Crea artículos en un blog o guías prácticas que les solucionen problemas. Es la mejor forma de atraer visitas realmente interesadas y de demostrarle a Google que eres una autoridad en tu sector.

Error 5: Contenido de Baja Calidad o Copiado

A Google le horroriza el «copia y pega». Penaliza duramente el contenido duplicado porque no aporta ningún valor y, en el peor de los casos, lo considera un intento de manipular sus resultados.

Pero el problema es todavía más grande: un texto pobre, irrelevante o lleno de faltas de ortografía es un tiro en el pie para tu negocio. Es como ir a una reunión de ventas importante con la camisa sucia. Destroza tu credibilidad al instante y le grita a tus posibles clientes que no te preocupas por los detalles. Y seamos claros: la gente no le compra a una marca en la que no confía.

Nota de papel con el texto "High-Quality Content" sobre una mesa de trabajo, representando la importancia de crear contenido de valor y evitar el contenido de baja calidad.

Crear contenido que de verdad funcione y atraiga clientes se resume en estas tres reglas de oro:

  • Aporta valor de verdad, no rellenes por rellenar. Tu misión es simple: conviértete en la respuesta a las preguntas de tu cliente. Crea contenido 100% original y útil que nadie más esté ofreciendo. Comparte tu experiencia, tus trucos y tu punto de vista. Demuestra que sabes de lo que hablas.
  • Escribe para gente con prisa (¡o sea, para todo el mundo!). Asúmelo: en internet nadie lee, la gente escanea. Hazles la vida fácil. Usa párrafos cortos de 3 o 4 líneas, divide el texto con subtítulos, crea listas y pon en negrita las ideas clave para que el ojo vaya directo a lo importante.
  • No dejes que tu contenido caduque. Un post sobre «tendencias para 2024» es casi inútil en 2025. Revisa tus artículos más importantes de vez en cuando y actualízalos. Google premia el contenido fresco y, lo que es más importante, tus lectores confiarán más en ti al ver que tu información está al día.

Error 6: No Tener un Objetivo Claro

Pregunta rápida y brutalmente honesta: ¿para qué sirve tu web, exactamente?

¿Su único y principal objetivo es que la gente te llame por teléfono? ¿Que rellenen un formulario de contacto? ¿Que compren un producto ahí mismo?

Si no puedes responder a esa pregunta en menos de cinco segundos, tienes un problema. Una web sin un objetivo claro y medible no es una herramienta de negocio; es un simple folleto digital que flota en internet sin rumbo, un adorno caro que no te traerá ni un solo cliente.

Mano colocando la pieza de una bombilla en un puzle de negocio, simbolizando cómo definir un objetivo claro da sentido a toda la estrategia web.

¿Cómo decido para qué quiero la web? Es el paso más estratégico y, sin duda, el más importante.

  • Elige UNA sola misión principal. Olvídate de quererlo todo a la vez. Antes de pensar en colores, logos o fotos, decide: ¿cuál es la acción MÁS importante que quieres que haga un visitante? ¿Comprar? ¿Conseguir un contacto? ¿Una llamada? Elige una, y solo una, como tu objetivo prioritario.
  • Convierte tu web en una flecha gigante. Una vez que tienes tu misión, cada elemento de tu página debe apuntar hacia ella. Todo debe empujar en una sola dirección: los textos, las imágenes y, sobre todo, los botones. Elimina cualquier distracción que desvíe al usuario del camino y pónselo tan fácil que completar el objetivo sea el paso más lógico y sencillo.

Error 7: Elegir un Dominio y URL’s Inadecuados

Piensa en tu dominio como tu dirección en el mundo digital. Tiene que ser corto, fácil de recordar y fácil de escribir. Cualquier cosa que complique esto —guiones, números o palabras raras— solo sirve para que la gente se equivoque al teclearlo y no te encuentre.

Y esa misma lógica aplica a las URLs de tus páginas. A nadie le inspira confianza (y a Google tampoco) una dirección llena de códigos como tudominio.com/p?id=123. En cambio, una URL clara y descriptiva como tudominio.com/servicios/diseno-web le dice a todo el mundo, buscadores incluidos, de qué va exactamente la página antes incluso de hacer clic.

Teclado de ordenador con las teclas WWW y Enter resaltadas, simbolizando la importancia de elegir un nombre de dominio adecuado y URLs amigables.

¿Cómo elijo un buen nombre para la web?

  • Piensa en tu dominio como el nombre de tu negocio. Tiene que ser corto, sonoro y a prueba de errores al teclear. Evita los guiones y los números siempre que puedas. Y un pro-tip: si logras que incluya tu palabra clave principal (ej: cerrajerosvalencia.com) sin que suene forzado, te llevas un bonus extra para el SEO.
  • Configura tus URLs para que sean ‘amigables’. Justo después de instalar tu web (en WordPress, por ejemplo), ve a los ajustes y elige la estructura de ‘Enlaces permanentes’ como «Nombre de la entrada». Esto es vital para que cada nueva página que crees tenga una URL que describe su contenido (/contacto) en lugar de un código ininteligible (/?p=123).

Error 8: Falta de Seguridad (No tener Certificado SSL)

En pleno 2025, esto ya no es negociable: si tu web no muestra el famoso candado verde (HTTPS), tienes un problema muy serio.

Los navegadores como Chrome mostrarán un aviso de «Sitio no seguro» junto a tu dirección. Es el equivalente digital a un cartel gigante en la puerta de tu negocio que grita: «¡CUIDADO, NO SE FÍE DE ESTE LUGAR!».

El resultado es un doble KO: por un lado, espanta a la mayoría de tus visitantes y destruye tu credibilidad al momento; por otro, Google penaliza a las webs no seguras, dañando tu posicionamiento SEO.

Mano de una persona activando un escudo de seguridad con un check, simbolizando la protección y confianza que ofrece un certificado SSL (HTTPS).

¿Cómo le pongo el candado verde a mi web? Aquí viene la buena noticia: solucionar esto es sorprendentemente fácil y, en la mayoría de los casos, GRATIS.

La magia se llama Certificado SSL. Hoy en día, casi todos los hostings decentes lo incluyen sin coste con un solo clic gracias a una iniciativa llamada ‘Let’s Encrypt’.

Entra en el panel de control de tu alojamiento web y busca la opción para activar el SSL en tu dominio. Si tu proveedor intenta cobrarte por un certificado básico en pleno 2025, es una señal de alarma: plantéate seriamente cambiar de hosting.

Error 9: No Investigar a tu Competencia

Lanzar tu web sin haber espiado a tu competencia es como saltar a un ring de boxeo con los ojos vendados: te van a llover golpes por todas partes.

No se trata de obsesionarse, sino de ser inteligente. Analizar a tus rivales directos te sirve para tres cosas: para copiar (y mejorar) lo que a ellos les funciona, para atacar sin piedad sus puntos débiles y, lo más importante, para encontrar ese hueco en el mercado que te hará único y memorable.

Lupa enfocando a una figura de madera de color rojo entre un grupo de otras figuras, simbolizando el proceso de identificar y analizar a la competencia.

¿Y cómo miro lo que hace mi competencia? Para hacer un espionaje rápido y efectivo, solo necesitas saber dónde mirar y qué analizar para inspirarte sin copiar.

  1. Identifica a los líderes del sector. Abre una ventana de incógnito en Google y busca tu servicio más importante (ej: «reformas en Zaragoza»). Ignora los anuncios y quédate con los 3 o 4 primeros resultados orgánicos. Esos son tus rivales a batir y de los que tienes que aprender.
  2. Conviértete en un «cliente misterioso». Entra en cada una de esas webs y saca la libreta. Fíjate en cuatro cosas clave:
    • Estructura: ¿Cómo organizan su menú? ¿Es fácil encontrar la información de contacto o los servicios?
    • Oferta: ¿Qué venden exactamente? ¿Dan precios? ¿Qué los hace parecer especiales?
    • Contenido: ¿Tienen blog? ¿Sobre qué temas escriben? ¿Qué dudas de los clientes están resolviendo?
    • Diseño: ¿Qué sensación te transmite su web? ¿Profesionalidad, cercanía, es moderna o está anticuada?

Error 10: Inconsistencia de Marca

Tu página web es la cara visible de tu negocio en el mundo digital, y tiene que ser coherente y reconocible al instante.

Si en cada página usas colores diferentes, un logo que no es siempre el mismo o un tono de voz que cambia (a veces formal, a veces cercano), lo que consigues es parecer poco profesional y generar una enorme desconfianza.

Es el camino más rápido para que un cliente potencial piense «aquí hay algo que no encaja» y se vaya. Sin coherencia no hay confianza. Y sin confianza, no hay venta.

Esquema de los componentes del branding con la palabra "BRAND" en el centro, para explicar la necesidad de una identidad de marca consistente y profesional.

¿Cómo hago para que mi marca se vea siempre igual? La coherencia de marca no es casualidad, es disciplina.

  • Crea tu ‘Manual de Marca’ (aunque sea en una servilleta). Antes de nada, define por escrito tus reglas. No tiene que ser un documento de 50 páginas. Basta con que decidas y anotes:
    • Tus 2 o 3 colores oficiales (con sus códigos exactos, ej: #FFFFFF).
    • Tu tipografía principal para títulos y la secundaria para los textos.
    • Tu tono de voz: ¿Eres cercano y tuteas? ¿O eres más formal y hablas de usted?
  • Conviértete en el guardián de la coherencia. Una vez que tienes ese manual, trátalo como si fuera sagrado. Aplícalo sin excusas ni excepciones en cada botón, cada imagen, cada post del blog y cada rincón de tu web. La repetición crea el reconocimiento y la confianza.

 

Conclusión: ¡Convierte esos fallos en tus mayores aciertos!

Espero que este repaso te haya servido para detectar esos pequeños (o grandes) fallos que estaban frenando tu web. Arreglarlos no es una simple tarea técnica, es el paso que de verdad va a conseguir que tu página deje de ser un gasto y se convierta en el motor de tu negocio.

Ahora la pelota está en tu tejado. ¿Te has sentido identificado/a con alguno? ¿Cuál es el primer punto que vas a poner en práctica? ¡Me encantará leerte en los comentarios!

 

 

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2 respuestas

  1. Muy bueno Olga! 😉 Que razón tienes con lo de la velocidad de carga, es un error que mucha gente subestima y te hace perder un montón de visitas. ¡Gracias por los consejos, muy útiles!

    1. ¡Gracias, Ainhoa! Totalmente, la velocidad de carga es clave y mucha gente no se da cuenta hasta que ve como caen las visitas. Una web lenta espanta a cualquiera… ¡y a Google también!

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